Bruselas es la hermosa capital de Bélgica. También es la capital de los cómics, las patatas fritas, la cerveza, los gofres y, por supuesto, ¡el chocolate! Caminar por la ciudad se siente mágico. Bélgica es un destino turístico pensado para amantes de la historia y adictos al chocolate. Aunque la nación es pequeña, juega un papel importante en la historia del mundo. Hay más de 3000 castillos para explorar, campos de batalla de las guerras mundiales y todos los museos imaginables.
Después de haberte llenado de historia, puedes descansar y relajarte en una de las 1000 cervecerías del pequeño país. Bebe una cerveza fría mientras comes patatas fritas. ¡Me parece un sueño! ¿Y para rematar el día? ¡Todo el chocolate gourmet que puedas imaginar! Mucha gente tiende a pasar por alto el país y visita Bruselas o Brujas durante un día antes de continuar, pero si te tomas el tiempo, descubrirás que Bélgica tiene mucho más que explorar.
#1 Bruselas: un país de las maravillas gastronómicas y arquitectónicas
La hermosa capital de Bélgica, Bruselas, es una ciudad que combina sin esfuerzo historia, arte y delicias deliciosas. Mientras paseas por sus encantadoras calles, descubrirás un mundo que deleita los sentidos.
El Gran Palacio: una maravilla arquitectónica prepárese para quedar hipnotizado por el Gran Palacio, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y testimonio del rico patrimonio arquitectónico de Bélgica. Los intrincados detalles de esta obra maestra gótica, con sus altísimos chapiteles y fachadas ornamentadas, lo transportarán a una época pasada de grandeza y elegancia.
La Galería Real de Saint Hubert: un paraíso para la cultura al ingresar a la Galería Real de Saint Hubert, una exquisita galería comercial llena de encanto del viejo mundo. Maravíllate con sus impresionantes techos de cristal, elegantes boutiques y chocolateros que te atraen con sus irresistibles exhibiciones de chocolates artesanales, invitándote a disfrutar de la pura felicidad.
Delirium Café: un paraíso para los amantes de la cerveza para tomar un descanso de sus exploraciones y encontrarse en Delirium Café, un establecimiento legendario que cuenta con una asombrosa selección de más de 2000 cervezas. Desde cervezas trapenses tradicionales hasta cervezas únicas, este animado pub es un paraíso para los entusiastas de la cerveza que buscan sumergirse en la cultura cervecera de Bélgica.
#2 Waffles, chocolates y más
Bélgica es una verdadera delicia epicúrea, donde cada bocado te transporta a un reino de éxtasis culinario. Deleite su paladar mientras profundizamos en las delicias que este país tiene para ofrecer.
Waffles: el sabor de la dulce perfección saboreando la bondad esponjosa de los gofres belgas, un ícono culinario que no necesita presentación. Ya sea adornadas con frutas frescas, rociadas con salsa de chocolate o espolvoreadas con azúcar en polvo, estas delicias doradas son una sinfonía de sabor y textura, una verdadera obra maestra culinaria.
Chocolate: Una tentación divina; Prepárese para rendirse al irresistible encanto del chocolate belga. Desde chocolateros de renombre hasta joyas escondidas, Bélgica es un paraíso para los amantes del chocolate. Sumérgete en el arte y la artesanía mientras disfrutas de trufas aterciopeladas, bombones rellenos de deliciosa ganache y deliciosas barras de chocolate que te dejarán con ganas de más.
Frites: ¡Ah, la delicia celestial de las patatas fritas belgas! Estas patatas fritas crujientes y doradas ocupan un lugar especial en los corazones tanto de los lugareños como de los visitantes. Bélgica es famosa por perfeccionar el arte de freír patatas, creando una obra maestra culinaria que trasciende lo común. Las patatas fritas, con su exterior irresistiblemente crujiente y su interior esponjoso, suelen servirse en conos de papel, lo que invita a dar un paseo tranquilo por calles encantadoras mientras saborea cada delicioso bocado. Ya sea que las combine con una cucharada de mayonesa picante, una cucharada de salsa tibia y sabrosa o las disfrute solas, estas papas fritas son una experiencia belga por excelencia que lo dejará con ganas de más. Así que deleite sus sentidos y déjese enamorar del simple pero extraordinario placer de las patatas fritas belgas. ¡Literalmente sueño con ellos!
#3 Más allá de Bruselas: Revelando gemas ocultas
Si bien Bruselas es una ciudad cautivadora por derecho propio, Bélgica tiene mucho más que ofrecer. Aventúrate más allá de la capital y descubre los tesoros escondidos que te esperan.
Exploración de castillos: revelando los secretos de la historia Embárcate en un viaje en el tiempo mientras exploras los más de 3000 castillos de Bélgica. Pasee por los pasillos de antiguas fortalezas, descubra historias de caballeros y familias nobles y deje volar su imaginación en medio de estas majestuosas maravillas arquitectónicas que salpican los pintorescos paisajes del país.
Museos en abundancia: un paraíso para que los entusiastas de la cultura se sumerjan en la vibrante escena cultural de Bélgica visitando su gran variedad de museos. Desde colecciones de arte de renombre hasta exposiciones históricas, hay un museo para cada interés. Sumérgete en el rico tapiz del pasado y presente de Bélgica y deja que las historias dentro de estos salones sagrados cautiven tu alma.
Bélgica es un país que te invita a reducir el ritmo, saborear cada momento y sumergirte en su rico tapiz de historia, arco.