Comenzó el estilo de vida nómada. Viajé por Costa Rica todo el verano mientras trabajaba de forma remota. Viviendo mi mejor vida, probé este programa llamado Selina Colive. Pude rodearme de gente increíble y crear recuerdos que nunca olvidaría. Colive me permitió viajar a los mejores destinos de Costa Rica, mientras estaba rodeado de personas con ideas afines que también vivían un estilo de vida nómada. ¡Échales un vistazo!
#1 Exploración de diversos paisajes
Costa Rica, un país reconocido por su diversidad ecológica, me ofreció una oportunidad incomparable para explorar una amplia gama de paisajes. Desde el momento en que llegué a Monteverde, quedé cautivado por los encantadores bosques nubosos, sus senderos cubiertos de niebla me brindaron una experiencia surrealista mientras me sumergía en el corazón de la naturaleza. Santa Teresa y Puerto Viejo me recibieron con largas extensiones de playas vírgenes, invitándome a relajarme en la suave calma del océano. Nosara, un tranquilo pueblo costero, me cautivó con su ambiente relajado y su cultura del yoga, permitiéndome encontrar mi zen interior.
En Tamarindo, la cultura del surf era contagiosa y abracé las olas con entusiasmo. San José, la bulliciosa capital de Costa Rica, me introdujo a la dinámica vida de la ciudad, repleta de galerías de arte, mercados vibrantes y un crisol de culturas. Y, por supuesto, Manuel Antonio, con su selva tropical y playas vírgenes, me dio una idea de la belleza natural y la biodiversidad de Costa Rica. Cada destino ofrecía una experiencia única, desde caminatas por exuberantes parques nacionales hasta presenciar magníficas puestas de sol en la costa del Pacífico.
#2 Inmersión cultural
Uno de los aspectos más encantadores de mi viaje a Costa Rica fue la oportunidad de sumergirme en su vibrante cultura. La gente, conocida como Ticos, es reconocida por su calidez y hospitalidad. A lo largo de mis viajes, tuve el privilegio de disfrutar de la auténtica cocina costarricense, incluido el delicioso gallo pinto, una abundante combinación de arroz y frijoles. Me uní a los lugareños en festivales tradicionales, saboreando el ambiente animado y los coloridos desfiles.
La cultura está profundamente entrelazada con el medio ambiente, como lo demuestra su compromiso con la sostenibilidad. Los costarricenses se enorgullecen de su forma de vida ecológica y de la preservación de su precioso entorno natural. Esta profunda conexión con la naturaleza es algo que experimenté de primera mano durante mi viaje y me hizo apreciar su respeto por el medio ambiente.
#3 Comunidad y estilo de vida nómada
Selina Colive brindó el mejor telón de fondo para mi estilo de vida nómada en Costa Rica. Lo que realmente distinguió esta experiencia fue el sentido de comunidad que me envolvió tan pronto como llegué. Rodeada de compañeros de viaje y trabajadores remotos que compartían mi espíritu aventurero, rápidamente formé conexiones profundas y amistades duraderas. Juntos, nos embarcamos en excursiones para explorar los impresionantes paisajes de Costa Rica, profundizando nuestros vínculos con caminatas a cascadas, hogueras en la playa a altas horas de la noche y risas compartidas durante sesiones improvisadas de baile de salsa.
Trabajar de forma remota y vivir un estilo de vida nómada fue perfecto en este entorno de apoyo. Selina Colive ofreció espacios de coworking con conexiones a Internet confiables, lo que me permitió equilibrar el trabajo y la aventura. La belleza de este estilo de vida era la libertad de explorar nuevos lugares sin dejar de ser productivo, gracias al espacio de trabajo compartido y la motivación que surgía de la vibrante comunidad.
En resumen, mi aventura de verano en Costa Rica fue una combinación armoniosa de maravillas naturales, inmersión cultural y una comunidad acogedora de compañeros nómadas. Fue una experiencia que no sólo me permitió ver mundo sino también conectarme profundamente con el corazón y el alma de este increíble país.
Places Visited:
La Fortuna
Monteverde
Santa Teressa
Puerto Viejo
Nosara
Tamarindo
San Jose
Manuel Antonio