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Foto del escritorChrissy Mutolo

Italy

Viajé durante tres meses por Italia y me enamoré de la historia, la comida y el diseño. Me enamoré de la arquitectura y el diseño de cada ciudad que visité. Casi todas las estructuras fusionaron técnicas romanas clásicas con la estética renacentista. Las fachadas, columnas, pilastras, arcos, cúpulas y ventanas nunca envejecieron. Los diseños incluyen maderas, piedras y metales. Los hermosos pisos de mosaico, el glamuroso mármol y la infraestructura son para morirse.


#1 rico viaje culinario

La escena culinaria de Italia es una sinfonía de sabores, y mi estancia de tres meses por Roma, Florencia y Venecia fue una experiencia deliciosa. En Roma, disfruté de los famosos platos de pasta de la ciudad, como Cacio e Pepe, y probé la auténtica pizza al estilo romano. En Florencia, la cocina toscana me robó el corazón por su sencillez y riqueza, con platos como la Ribollita y el bistec florentino. Venecia me introdujo en el mundo de los mariscos frescos y los deliciosos cicchetti. A lo largo de mi viaje, exploré mercados de alimentos locales repletos de productos y sabores vibrantes, cené en encantadoras trattorias e incluso me uní a algunas clases de cocina para dominar el arte de elaborar pasta casera. Los vinos locales y el aromático café fueron los acompañantes perfectos de estas aventuras culinarias, haciendo de mi visita una experiencia gastronómica inolvidable.


#2 Exploración histórica inmersiva

Italia es un libro de historia viva y cada ciudad que visité me pareció un capítulo de esta cautivadora narrativa. En Roma, las ruinas antiguas como el Coliseo y el Foro Romano me trasladaron a los días de los emperadores y los gladiadores. En Florencia, la Galería de los Uffizi y la Galería de la Academia exhibieron obras maestras de Miguel Ángel, Botticelli y Leonardo da Vinci, lo que me recordó la brillantez artística del Renacimiento. Venecia, con sus sinuosos canales y palacios históricos, me transportó a una época pasada de comercio marítimo y opulencia. Las ciudades rezuman historia en cada iglesia adoquinada y con frescos, ofreciendo un viaje verdaderamente inmersivo a través del tiempo.


#3 Encanto de la cultura local

Más allá de las delicias históricas y culinarias, mis viajes por Italia se vieron enriquecidos por la calidez de la cultura local. Cada ciudad tenía sus propias tradiciones y festivales únicos que tuve la suerte de presenciar. Desde las vibrantes celebraciones del Carnevale en Venecia hasta las procesiones religiosas en Roma, me sentí como un invitado bienvenido en el corazón de estas comunidades. Intenté sumergirme en el estilo de vida local aprendiendo un poco del idioma y entendiendo las costumbres. Los lugareños, con su genuina hospitalidad y pasión por su herencia, compartieron historias y tradiciones que agregaron profundidad a mi viaje, dejándome recuerdos preciados del estilo de vida italiano.




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